Recaudando fondos

Todo comenzó en la cafetería en aquellas “horas libres” que teníamos en la que solíamos reunirnos Mena, Orlando, Benjamin, algunas veces Pili y otras Ada, y yo por supuesto, que se nos ocurrió hacer una fiesta para recaudar fondos para nuestra graduación, y empezamos a planearlo de tal manera que nunca imaginamos que esa fiesta iba a ser el comienzo de lazos afectivos tan fuertes para algunos y quizás no tanto para otros, pero al fin y al cabo era para el mismo objetivo, gozarla, disfrutarla y que dejaría un recuerdo inolvidable para todos, y digo inolvidable, porque la fiesta fue testigo de algunos rompimientos de amores, y para otros, el inicio de grandes romances.

Y cómo recuerdo que tuve que ir a empeñar una maquina de escribir al monte de piedad para poder tener dinero y dar el apartado del club de leones para que nos respetaran la fecha, y así cada uno de los organizadores puso su parte y el resultado fue…. Una fiesta padrísima!

Pero aquí no termina la historia, gracias a los fondos que se reunieron, se pudo organizar la gran fiesta en el hotel Margaritas, la recuerdan? Quien no se va a acordar de aquella inolvidable fiesta, en la que aun conservo el recorte del periódico noticias que lo escanearé para que lo suban al blog y todos puedan recordar ese momento tan padre, que al menos para mí, siempre quedará en mi memoria, porque mi época del cobao ha sido la mas maravillosa de todas.

Espero que no se hayan aburrido con mi cuento, para la otra les contaré otro más para que puedan conciliar el sueño y sueñen con los angelitos

atte.
Chuco Paredes